Por Don Clemmer
Ninguno de los temas tratados en Formando la Conciencia para ser Ciudadanos Fieles, que es un llamado de los Obispos de los Estados Unidos a la responsabilidad política, se considera un asunto tan delicado como es el voto.
En el documento los obispos describen ampliamente una estructura moral católica que abarca los temas que son prioridadespara el 2012, como el aborto y las amenazas a la vida humana y la dignidad; las preocupaciones sobre la libertad religiosa; el empeño por dar una nueva definición a lo que es el matrimonio; la reforma migratoria; la paz internacional, la pobreza doméstica, el desempleo y la crisis económica. Los obispos describen la naturaleza de estas cuestiones, por qué cada una de ellas es una preocupación para la Iglesia, y por qué a los católicos les debe importar.
Luego está la pregunta inevitable: ¿cómo se deben plantear los católicos estos temas al ir a ejercer el voto? Para contestar a esta pregunta, es mejor dejar que el documento lo explique: "La ética consistente sobre la vida ofrece un marco moral para que los católicos con principios participen en la vida política y, entendida correctamente, ninguna trata todas las cuestiones como equivalentes moralmente ni reduce la doctrina católica a una o dos cuestiones”.
Esto da lugar a la pregunta, "Espere un momento, entonces “¿no están supuestos los católicos a ser votantes en una sola cuestión?"
Los obispos contestan llanamente: "Como católicos, no votamos basándonos en un solo tema. La posición que tenga un candidato con respecto a un solo tema no es suficiente para garantizar el apoyo del votante. Sin embargo, “la posición de un candidato respecto a un solo tema relacionado con un mal intrínseco, como es el apoyo al aborto legal o la promoción del racismo, puede hacer que el votante legítimamente descalifique a un candidato y no le ofrezca su apoyo”.
En cuanto a la posibilidad de considerar de nuevo a un candidato que había sido descalificado, los obispos explican: "Habrá ocasiones en que un católico que ha rechazado una posición inaceptable de un candidato, decida votar por ese mismo candidato por otras razones moralmente difíciles. Los obispos declaran que este no es un asunto para ser tomado a la ligera. “Votar de esta manera sería solamente aceptable si existen razones morales verdaderamente importantes, y que no sea por promover intereses mezquinos, preferencias partidistas, o para ignorar un mal moral fundamental”.
Por supuesto que las responsabilidades del votante católico no terminan evitando el mal; deben también hacer el bien. Como anotan los obispos: "el votante no debe utilizar la posición de un candidato que se opone a un mal intrínseco para justificar indiferencia o despreocupación hacia otras cuestiones morales importantes de la vida humana y la dignidad”.
Por ello, un candidato que pasa la prueba en los temas importantes, no necesariamente obtiene la aprobación en todas las demás cuestiones morales. Los obispos las enumeran: " discriminación injusta, práctica de la pena de muerte, recurrir a una guerra injusta, el uso de la tortura, los crímenes de guerra, no ofrecer ayuda a los que sufren a causa del hambre o por carecer de acceso a cuidados de salud, o por una política migratoria injusta. Estas son “cuestiones morales serias que retan nuestra conciencia y requieren nuestra actuación”.
El balance cuidadoso de todas estas cuestiones está muy bien resumido en lo que se podría llamar “Las Dos Tentaciones” de los Ciudadanos Fieles:
1. Decir que todas las cuestiones son moralmente iguales sin distinciones éticas. Esto es incorrecto, dicen los obispos. Por ejemplo, "La destrucción directa e intencional de la vida humana inocente…, es siempre un mal aborrecible, y no es una cuestión más entre otras muchas, por lo que debe ser siempre rechazada”.
2. Decir que sólo algunas cuestiones son importantes o, como han dicho los obispos, "el mal uso de estas distinciones morales para rechazar o ignorar otras amenazas serias a la vida y la dignidad humanas”.
El reto al votante católico se puede comparar a conducir un automóvil a toda velocidad por una carretera resbalosa por la noche, sin caerse por las cunetas a ambos lados de la carretera, o también en jugar "Operation," como los niños, en el cual los jugadores usan pinzas para remover dolencias de un paciente sin tocar las partes de metal, para que no suene un timbre. Esto puede sonar como una tarea desalentadora, pero es una responsabilidad que los obispos le han encomendado a cada católico de los Estados Unidos. Ejercer el voto puede ser para los católicos sólo una manera de responder al llamado a vivir su fe en el ámbito público, pero aceptar su reto es una forma poderosa de demostrar que nos importa.
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